ASURAMARU

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Asuramaru es un demonio sediento de sangre que era originalmente un vampiro. Él se deleita en beber la sangre de Yūichirō y entra en un alto vertiginoso después de que Yū alimente a él por primera vez. Como un tipo de posesión demoníaca, que se describe como particularmente desagradable y agresivo. Al igual que todos los demonios, es manipulador y utiliza pesadillas para poseer el control del cuerpo de su anfitrión. Al principio de la serie, interrumpe los sueños de su anfitrión todas las noches, por lo que Yū termina cansado durante el día. Después de todo, la única razón por la que permite a Yū pedir prestado su poder es para tener una futura oportunidad de tomar su cuerpo.

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Después Yū afloja la maldición sobre él y los dos batallan por el dominio, Asuramaru finalmente cede a la compasión de Yu y se somete a él. También deja de dar pesadillas a Yu. Aun así, Asuramaru piensa en los seres humanos como viles criaturas codiciosas y dice que son incluso peores que los vampiros y demonios. Él los considera tabú automáticos que va a destruir el mundo. A pesar de que es plenamente consciente de que Yū se volvería loco en el campo de batalla y de la experimentación realizada en él, Asuramaru no revela ninguno de estos secretos vitales a su anfitrión. Asuramaru es más un enemigo de confianza en lugar de un amigo o aliado.